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Perú

Cuando Gerard decidió viajar a Perú para colaborar con la educación de niños y niñas con pocos recursos, no se imaginaba que iba a tardar tan poco en regresar. Su idea era hacer un viaje solidario de un mes. Vivió 30 días llenos de aventuras, actividades artísticas y, sobre todo, mucho diálogo entre peques, familiares y personas voluntarias. Cuando iba a regresar, le ofrecieron quedarse en el proyecto como coordinador. Y así lo hizo. Ahora, recién aterrizado en Cusco, nos cuenta cómo vivió la experiencia. Le deseamos mucha

¿Todavía no tienes plan para este verano? ¿Este año te apetece vivir una experiencia diferente?¿Te gustaría conocer un país como Kenia, India o Perú de cerca y colaborar con una ONG local? ¡Te proponemos 5 planes en 3 continentes diferentes para que este verano vivas una aventura de 10!Un viaje… ¿qué?Un viaje solidario es una experiencia única donde una persona conoce no solo los atractivos turísticos de un país, sino también proyectos que trabajan por mejorar su realidad más cercana. Las y los viajeros dedican unas horas al

Lucas acaba de vivir su primer viaje solidario en Perú con Tumaini. Tiene 18 años. La primera vez que nos vimos en Madrid, me contó que, antes de empezar la universidad, le apetecía colaborar en un proyecto social en otro país. Durante el viaje, podría pensar qué carrera estudiar y cómo quería orientar su vida.Me sorprendió su madurez y su entusiasmo por realizar un viaje solidario. Era muy joven, pero tenía muy claro que era el momento de colaborar y conocer una realidad distinta a la suya. Después de hablar

Maria ha pasado parte de su verano en este centro situado en un entorno increíble, lleno de historia, de magia y de lugares muy especiales. Ella misma nos cuenta su experiencia en este proyecto con el que colaboramos y que se encuentra en pleno Valle Sagrado de los Incas en Perú:"Por las mañanas se desayuna a partir de las siete y media (no sin antes saludarnos todos con un beso y un abrazo). Luego, cada uno hace un poco lo que más le apetece: estar en las zonas

Ana estudia Turismo e Historia en la Universidad Juan Carlos I de Madrid y decidió hacer sus prácticas universitarias con nosotras en el centro educativo que apoyamos en Cusco. Desde allí nos cuenta su experiencia:"Todo comenzó a través de la plataforma de prácticas externas de mi universidad. Me acuerdo de aquella mañana en la que di al botón de “enviar mi solicitud de prácticas externas” y a un cuadradito que ponía Viajes Tumaini. No sabía todo lo que me esperaba.Recibí un email por parte de Almudena y Mónica

Mi colaboración los dos primeros meses consistió en hacer de voluntario  en la escuela de Lamay. Mi idea era quedarme en Cuzco, pero el proyecto necesitaba gente en Lamay y la coordinadora Isabel,  sin conocerme, me lo propuso y me dejé llevar.  Ahora le agradezco que lo hiciera porque he descubierto donde me siento feliz. En el momento de llegar ya sabía que me iba a quedar. Es un sitio increíble, no se puede describir con palabras, se tiene que vivir en persona. Rodeado por los Apus  (montañas

"Mi trabajo en la aldea comenzaba en la mañana, me despertaba temprano y me iba a la escuela. En el turno matutino teníamos alrededor de 15 niños, éramos 4 voluntarios.En uno de los talleres con varias niñas del centroPrimero ayudábamos con las tareas de la escuela o abríamos talleres de arte o juegos de mesa. Luego teníamos un tiempo de descanso y más tarde un círculo en el que hablamos de diferentes temas.Algunas de las actividades que hicimos por las mañanas fueron hacer piñatas, pintar, colorear en el piso,

Belén estuvo dos semanas en Cusco en las que pudo colaborar en los dos centros que tiene el proyecto con el que colaboramos. Aquí nos cuenta su experiencia:"Estuve dos semanas en la escuela de Cusco y una en la de Lamay. Ambas en el turno de tarde.En la primera parte ayudaba a los niños con las tareas de la escuela y en su defecto les hacía tutoría o refuerzo en algo que creyera que les vendría bien. En la segunda parte de la tarde, en la escuela de

"Al principio me encontré rara, en un lugar que no conocía, me costó un poco integrarme con los demás voluntarios, soy muy tímida y uno de los retos era éste.Marisa en el centro de CuscoLa primera semana iba mañana y tarde.Por las mañana enseñaba a una niña pre adolescente a leer y escribir y por la tarde estaba en la biblioteca apoyando en las labores de estudio.Luego me tocó la familia Guaguacha, los más chiquitines y la verdad es que aunque son un poco revoltillos, estaba encantada.La segunda semana

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