Cuatro semanas con los wawachas
Itziar con una de las niñas del proyecto. |
Itziar acaba de regresar de su primer voluntariado fuera de España y su experiencia se puede resumir en una sola palabra: “aprender”. Ha colaborado durante un mes con los niños y niñas más pequeños (los “wawachas”) de la escuelita solidaria de Cusco, Perú. Y le ha gustado tanto que ya está pensando en su siguiente viaje solidario.
¿Por qué elegiste Perú?
A la hora de elegir destino, no lo tenía nada claro. Dudaba entre Kenia, India, México, etc. Pero Almu de Tumaini me aconsejó ir a Perú, ya que era el proyecto más adecuado para un primer viaje a un país del Sur. Decidí hacerle caso.
¿La experiencia ha sido como te esperabas?
¡Ha sido mejor! Todo lo que he aprendido y vivido ha superado todas mis expectativas. Ha sido genial.
¿Cómo era tu día a día en el proyecto?
Mi día empezaba muy pronto, sobre las 6:30 de la mañana, ya que yo colaboraba tanto en el turno de mañana como en el de tarde. Sobre las 8:15 h ., después de desayunar, los voluntarios y voluntarias íbamos juntos a la escuela, donde nos esperaba Lado, la coordinadora. Sobre las 8:30 empezaban a llegar los niños y niñas, siempre sonriendo y alguno venía desayunando 🙂
Entre juegos, tareas, música y el “círculo del amor” (un espacio donde pequeños y voluntarios expresan sus sentimientos sobre temas sociales que les afectan en su día a día), la mañana se pasaba muy rápido. Terminábamos hacia las 12 del mediodía.
Por la tarde, el horario de voluntariado es de 15 a 19 h. pero los que ya habíamos ido a la mañana podíamos entrar a partir de las 17 h. (así podíamos descansar y comer tranquilamente). En este turno, venían muchos más niños y más voluntarios y voluntarias. Tuve la enorme suerte de estar las cuatro semanas con el grupo de los wawachas, los más pequeños de la escuela (unos 5 – 6 años). ¡Aunque no paran quietos ni un segundo!
Itziar ayudando a pintar la escuelita de Cusco. |
¿Qué actividades has realizado con los niños y niñas?
Jugar, pintar, bailar, jugar al pinki (futbolín), fútbol, pintar las caras…
¿Hay alguna historia de algún niño o niña que se te haya quedado en la memoria?
Casi todos viven situaciones familiares bastante duras y complicadas. Pero recuerdo una historia, la de una niña de 8 años. Su padre les abandonó hace años y su madre era alcohólica. Ella no tenía hermanos pero se las arreglaba para salir adelante. Una vez, me reveló su sueño: «Profe, mi sueño es que mi madre deje de beber y esté conmigo».
Pero, a pesar de todo lo que los niños y niñas vivían en sus casas, siempre tenían algo bueno que decir a los demás, siempre. El viernes era día de despedidas de las personas voluntarias que regresaban a sus países. Los y las peques lloraban mucho y decían cosas muy bonitas a los profes que ya no iban a estar más. Me encantó.
Juegos y música fueron algunas de las actividades. |
¿Cómo ha sido tu relación con el resto de voluntarios y voluntarias?
Ha sido increíble. Eran personas muy sociables que enseguida se acercaban a saludar y a conversar. Aprendí mucho de todos y todas. Siempre que podíamos, ¡nos íbamos de excursión todos juntos!
¿Qué es lo que más te ha gustado de la experiencia?
Compartir mi tiempo y ganas con los niños y niñas y con el resto de personas voluntarias. Además, este voluntariado me ha permitido aprender de Perú, de su cultura y gente. Me quedo con eso, con APRENDER de todo lo que me rodeaba, de la gente que estaba conmigo, de la comida, de las excursiones…
Itziar con algunos de sus compañeros y compañeras voluntarios. |
¿Cómo valoras la atención de Tumaini?
Han estado muy pendientes de toda mi estancia y también estuvieron muy atentas los meses antes del viaje, durante los preparativos.
¿Qué tal tu coordinador en el centro? ¿Te ha ayudado y resuelto dudas?
He tenido la oportunidad de estar con los dos coordinadores. Hacen un trabajo difícil y complicado, pero lo hacen muy bien y ayudan en todo lo que pueden.
¿Volverías a hacer un viaje solidario?
Sin dudarlo, ¡ya estoy pensando en el siguiente!
Itziar y su compañera Garazi grabaron este vídeo desde Cusco, donde explican cómo fue su experiencia.
Itziar viajó a Cusco durante junio de 2017.