El poder transformador de un viaje solidario: carta de Altea para la familia de la ONG de Katmandú
El poder transformador de un viaje solidario: carta de Altea para la familia de la ONG DE Katmandú.
«Querida familia del HKH,
Resulta tan complicado sino imposible describir con palabras el océano de vivencias, emociones y sentimientos que ha bañado cada instante de esta experiencia. Aterrizar en Katmandú, traspasar las puertas del aeropuerto y ver a Nyima y a Tendel esperándonos con tanta ilusión hizo que brotarán de mis ojos lágrimas de felicidad. Felicidad que gracias a todos y cada uno de vosotros he podido sentir en su estado más puro. Felicidad, que traspasa las fronteras del espacio y el tiempo grabando una huella imborrable de recuerdos en mi mente y en mi corazón. Recuerdos que se convertirán en el tesoro más preciado no solo al final de este viaje, sino también de nuestra vida.
Como pianista, valoro lo que una simple tecla puede llegar a hacer, cómo algo tan pequeño puede convertirse en la clave de una melodía sensacional. La vida es nuestra obra maestra, desde que nacemos hasta que morimos. Está compuesta por tantas melodías como experiencias vitales, ofreciéndonos cada una de ellas gente mágica, lecciones, ideas, pensamientos y valores. En esta ocasión, cada uno de vosotros ha aportado una pincelada única de sabiduría, bondad y arte al lienzo de mi vida.
Desde que nuestros caminos se cruzaron por primera vez, me sentí eternamente agradecida por vuestra amabilidad incondicional, humanidad y luz capaz de iluminar hasta la habitación más oscura. Estar con vosotros ha abrazado lo más profundo de mi alma y de mi corazón. Sois seres humanos maravillosos, muy inteligentes, y los talentos tan diferentes que poseéis cada uno os hacen especiales y únicos en este mundo.
Tal vez, la palabra que más alcanza a describir lo que siento por vosotros es admiración. Admiración por vuestra magia capaz de hacer realidad un sinfín de sueños. Admiración por habernos enseñado a recuperar tantos valores que nuestra compleja sociedad parece olvidar. Por el poder que tenéis para hacernos crecer como personas y cambiar positivamente no solo la manera en la que concebimos el mundo sino también nuestra vida y nuestro propósito vital. Os admiro por la manera en la que os cuidáis y protegéis los unos a los otros. Y sobre todo, por la disciplina, ilusión, pasión entusiasmo que transmitís en todo lo que hacéis.
Echaré de menos Katmandú, una ciudad que te atrapa. Laberinto de calles en las que confluyen caos y armonía a partes iguales. Echaré de menos el brumor de los aviones, el fervor de la lluvia cayendo sobre el tejado, los ojos de Boudha. Echaré de menos Komang, que a pesar de no haberlo visitado lo he sentido muy cerca gracias a vosotros todo este tiempo. No obstante, a quien más de menos echaré será a vosotros. A las miradas que sin necesidad de palabras, transmiten tantísimo. Vuestros buenos días y buenas noches en todos los idiomas. Vuestras risas y las de la pequeña Yang. Los sonidos a bichitos que te hacen sentir la selva en casa. La paz y atmósfera tan conmovedora que creáis durante vuestras oraciones. Contemplar vuestras caritas de emoción viendo Ashoka. Y sin duda, escuchar a Nyima, su sabiduría, bondad genuina y lo feliz y afortunada que te hace sentir su compañía.
Querida familia, os deseo un futuro prometedor, en el que hagáis realidad todos vuestros sueños, en el que seáis felices y compartáis esa felicidad tan preciada con todos aquellos que caminan junto a vosotros.»
Tú también puedes formar parte de este proyecto y poner a disposición tu solidaridad, conocimientos y cariño para aportar tu granito de arena. Viajar solidario es transformador.
Escríbenos y lo hacemos realidad info@viajestumaini.org