Experiencia de Bárbara en Bolivia: «Repetiría una y mil veces»

Por otro lado, creo que la labor que se realiza es totalmente merecedora del más valorado premio: desde que te levantas hasta que te acuestas, vives por y para los animales que tienes a tu cargo (salvo los miércoles por la noche que hay “Fiesta en Santa María”, viernes por la noche: “Fiesta en el Café” y, sábados, que es el día libre de los voluntarios) y, si te queda tiempo de luz, ayudas a otros compañeros a terminar su trabajo con los animales del campamento. Por todo ello y por mucho más, es una organización que me inspira una admiración y un respeto inimaginables.
Allí he podido conocer la naturaleza, la vida en su estado más puro… he podido confirmar mis expectativas de que para vivir bien y con plenitud se necesitan muy pocas cosas materiales, MUY POCAS. Cosas, cuyo uso masivo están destruyendo el mundo. Me refiero a que,en ausencia de electricidad, agua caliente, agua corriente (en ocasiones) y, un largo etcétera, y conviviendo con animales magníficos, cuyas personalidades jamás olvidaré, que te dan tanto (cariño, amistad, amor, calor en los días de frío y en los cálidos tampoco te libras, algún que otro arañazo o mordisco que hacen de tu amistad con ese animal algo físico e, inevitablemente, visible en tu piel, y que no borraría por nada del mundo) tanto, tanto, tanto… por tan poquito que tienes en tu mano ofrecerles a ellos.

Sabrina: una monita súper especial, defensora de la justicia y contraria a cualquier tipo de abuso que recibía Luis por parte de Lucho (macho alfa de la familia). Lucho, un loco del juego, un amigo y un compañero incansable, glotón, protector de los suyos, siempre y cuando la negligencia no la cometiera él (inyecciones, cremas anti-fúngicas, tratamientos anti-piojos). Por último, Luis: es la representación máxima de la ternura, de la indefensión, incluso de la dependencia. Solicita cariño constantemente, necesita de tu calor y de tus caricias más que el respirar, y eso, no es del todo bueno. Todavía tiene que crecer, hacerse fuerte y demostrarse que pese a tener un macho alfa como Lucho, él es fuerte y competente por sí mismo.
Asimismo, no era consciente de ciertas habilidades que a la fuerza he tenido explotar en Bolivia: quién me diría a mí que sería capaz de ayudar a apagar un incendio en la selva, cual bombero; o a rastrillar y machetear toda la maleza que cubría el cortafuego que rodea el parque.
Esta experiencia me ha permitido probarme, me ha permitido saber que puedo ir más allá de los límites que inconscientemente me pongo, saber que soy poderosa y que puedo dar mucho de mí, mucho más de mí de lo que creo que puedo ofrecer. Me ha hecho superarme y valorarme más como persona.
Me siento muy afortunada de haber tenido la oportunidad de dedicar mi tiempo en algo tan importante. Tan importante como proteger un derecho irrevocable, el más universal e inamovible de todos: el derecho a una vida de bienestar, felicidad y libertad para todos los seres vivos, con independencia de su especie»
Unknown
Hermoso!!